Rinngggggg! suena el reloj y es hora de emprender un nuevo viaje, porque una de las cosas que más me apasiona es: viajar, ¡sí, al igual que muchos de ustedes! Me gusta experimentar el calor, la magia, la esencia de nuevos rincones, esta vez estaba camino a la encantadora ciudad de Roma. Durante el viaje no dejé de pensar ni un sólo instante en aquellas películas romana, las clases en el colegio, libros, mis fantasías con esta ciudad y hasta la frase propia de sus habitantes “non basta una vita” para conocer a Roma, estaba lista para dejarme cautivar e impresionar.
Una vez puesto mis pies en esta ciudad, sentí el encanto, la magia, fue un juego de sensaciones, Roma es más de lo que pude imaginar. Caminar por sus calles, sin ningún rumbo, dejarse envolver por el calor, disfrutar los mínimos detalles, dejarse sorprender por una ciudad con un universo de posibilidades, donde perderse o encontrarse es uno de los tantos secretos para disfrutar de esta eterna ciudad.
Voy a emplear el dicho:” No es lo mismo torear, que ver los toros en la barrera” es así, no es lo mismo ver las imágenes en libros, portadas o en internet que verlos con nuestros propios ojos y quedar pasmado de las emociones al descubrir lo cautivadora y calurosa que es Roma. Por medio de ciertas calles angostas un tráfico caótico, cierta brisa en mi cara y con todo el tiempo a mi favor, porque no contaba con ningún plan u horario de cómo manejar mi tiempo me encarrilé a descubrir los más íntimos rincones y para mi sorpresa no podía faltar la inigualable o quizás la más bella y espléndida de todas las Fuentes, porque a pesar del ruido y miles de turistas que la visitan, ella es única y capaz de perpetrar emociones y pensamiento ¡no! claro que no podía falta la Fontana di Trevi. ¿Qué les puedo decir? ¿Qué desean escuchar? En este rincón de Europa todos es digno de admirar, absolutamente todo, información hay por doquier, sin embargo, pretendo contarles lo magnífico y fácil que se puede disfrutar, costos No elevado, No me dejé llevar por ciertas “guías “, ya que en ciertas ocasiones dependemos de ellos y No disfrutamos.
Lo único que sale de mi corazón para ustedes es ANÍMENSE a conocerla, porque Roma incita una, dos, tres y muchas veces más.
Me despido con la mejor frase que puede describir esta aventura: “non basta una vita” para conocer a Roma y créanme que sí cierto!